Después de pasar casi un año en una de las cárceles de máxima seguridad más temidas de México, Jorge Cueto-Felgueroso sabe un par de cosas sobre cómo lidiar con la adversidad.
En el 2012 fue acusado de fraude y metido en medio de 13.000 reclusos en la prisión de Puente Grande, en el centro de México. Cueto-Felgueroso, un empresario de toda la vida, se enfrentó a una dura elección: hundirse en la depresión o algo peor, o encontrar la mejor manera de sobrevivir. Eligió lo último. «Incluso en las circunstancias más adversas, puede encontrar la fórmula del éxito», dice. Impresionado por la cantidad de reclusos que tenían tatuajes y por el hecho de que gran parte del trabajo de tinta se había realizado mientras estaban tras las rejas, utilizando las herramientas rudimentarias disponibles, a Cueto-Felgueroso se le ocurrió la idea de usar los mismos métodos para transferir diseños cuero. …..